20.8.11



Ella respondió al beso con tanta pasión que disimuló un escalofrió cuando él la rozó con la lengua. Para ella era una experiencia tan irreal que se sentía rara.

Miraba el perfil del hombre, intentado convencerse de que aquello estaba pasando. Lanzó un gemido cuando él la apretó contra su cuerpo desnudo y entonces descubrió que su propio cuerpo era una zona erógena, de los pies a la cabeza.

Se buscaban con la manos, con los labios. El suave y sensual roce de sus cuerpos estaba a punto de hacerle perder el sentido. La pasión sofocante de ambos se incrementó, amenazando desbordarse.

Intentando acostumbrarse a aquella invasión se perdió en una rendición.
†Ivonne*Copyright ©