1.4.12

Cuantas noches hemos estado tú y yo solos… y fuera el resto del mundo, como tantas veces tú tímido, callado, guardián celoso de tus sentimientos, de fingida frialdad, capaz de quemar mi corazón, guardando sentíres en tu alma, cuando el andar sigiloso de tu boca, recorría mis ardientes laberintos,

y en la paz del abrazo, tu suspiro, era el beso de amor que me abrigaba, y cada poema que escribía, nacía para ti, como si fuera el hilo de mis sueños, que me llevaba a ti, como la línea del mar al horizonte.

Pero se detuvo el reloj del tiempo en mis andares, me falló la vida para estar contigo, me faltó tiempo para amarte… y si hoy me voy, porque estoy triste, no me llores, cántame esa canción que enamoró mi vida, dame aquel beso de amor tan tuyo, tómame de las manos, moldea mi cuerpo con la arcilla de tus besos, quiero inundarme con tu barro lujurioso, y descender hasta tu gloria, dormiremos felices al juntarse nuestros cuerpos, y entonces... al despertar, renacerá la vida.

Tus labios suplicantes me pedirán que les de mi boca…y por gustarme tus besos, te entregaré el alma con mi boca, y tú me pedirás…¡más!!!

†Ivonne*Copyright ©