12.8.12

Tu pecho me recibe como paz diluída,
y me quedo dormida donde tu paz
oyéndote respirar donde mi sueño suspira,
en la calma bahía del mismo mar.
Recuesto la luz para quedarme a escondidas,
para yacer rendida en tu ombligo,
para ser testigo, dueña y forajida
para hacerte vida donde te amo y me rindo.
Tibio asfalto bajo mis labios,
recíbeme abierto con los ojos cerrados,
da tutela a mis manos y sus incendiarios
y que obre el milagro estando abrazados.
No me liberes del placer arquero
que nos une en beso de su bayesta,
que nos deja abiertas las puertas del festejo
donde se clonan los sueños para que no mueran



†Ivonne*