3.2.12


Dibujé con mis manos tu deseo, sentí las caricias de tus besos, escuche las dulces emociones que emanaban de tus labios convertidas en cálidas palabras que hacían erizar mi vello.


Te sentí tan cerca, tan dentro, tan cercano que mi corazón galopaba como el viento,
mis manos revoloteaban por tu sexo, y mi cuerpo se arqueaba ofreciéndose a ti por entero.

Me entregué a ti, como fruta madura me tomaste, me saboreaste y con tu lengua me enloqueciste, brotaron de mis labios suaves gemidos que fueron inundando la estancia, donde allí quise quedar para siempre..

†Ivonne*Copyright ©